Antes, mi consulta dependía casi por completo de referencias. Sabía que más personas necesitaban mis servicios, pero simplemente no me encontraban. Desde que comenzamos a trabajar juntos, pacientes nuevos llegan a mi consulta cada mes sin que yo tenga que preocuparme por buscarlos. Es un alivio saber que mi agenda se mantiene activa con personas que realmente necesitan mi ayuda.

Muchas personas necesitan una prueba de ADN, pero no saben dónde acudir o terminan eligiendo opciones poco confiables. Mi laboratorio pasaba desapercibido, y dependía solo de referencias para que me contactaran. Ahora, quienes buscan este servicio me encuentran con facilidad y llegan con la seguridad de que están tomando la mejor decisión. La diferencia en la cantidad de consultas que recibo ha sido enorme.

Siempre pensé que llenar mi agenda significaba estar todo el día en redes sociales o pagando anuncios sin resultados claros. Me equivoqué. Ahora mis pacientes llegan de forma constante, sin que yo tenga que estar pendiente de estrategias complicadas. Veo más consultas cada mes, pero lo mejor es que son personas que realmente buscan mi especialidad.